Hoy me levanté cargada de la suficiente ignorancia como para poder hacer cualquier cosa imposible. Un día perfecto sin más. Uno de los 7 de cada semana.
De un salto he subido a la cuerda. Una de esas de equilibrista atada entre dos troncos de árbol en el parque. Con los pies descalzos y en fila india, un paso tras otro, hasta llegar al extremo opuesto. No recuerdo si me he caído, sólo sé que he llegado.
De un salto he subido a la cuerda. Una de esas de equilibrista atada entre dos troncos de árbol en el parque. Con los pies descalzos y en fila india, un paso tras otro, hasta llegar al extremo opuesto. No recuerdo si me he caído, sólo sé que he llegado.
Íngrid
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