sábado, 10 de marzo de 2012

Ante la pantalla

Tenía la pantalla del ordenador toda para él, esperando que empezara a teclear, tenía qué ser su gran obra. Nada de esas ñoñerias que se publicaban para espíritus acomodados. Empezaría con un relato de misterio, con tensión. Se lo penso mejor y optó por redactar un manifiesto, donde plasmar las grandes ideas para recuperar el país de su mediocridad. Entonces pensó en gran amor perdido, le dedicaría un excelso poema. Abrió un recuadro, por donde muchas personas escribían opiniones. Y se perdió.

Alfred


2 comentarios:

  1. Una buena forma de perderse, desahogando sentimientos, dibujando escenas. Hasta a veces, sin pretenderlo, te encuentran.

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  2. Es una buena forma de pasear y conocer personas y compartir con ellas. Un abrazo Pilar.

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