jueves, 1 de marzo de 2012

Cruces y giros

Reconocieron sus voces, a pesar de los años transcurridos y del ensordecedor ruido reinante.

Se disfrutaron de nuevo: frente a un café, deambulando por callejas y parques, entre las sábanas revueltas en aquel viejo cuarto de hotel... al abrigo tibio de tempestades y tumultos.

Recuperaron una infinitesimal parte del tiempo perdido, pero a pesar de saber que seguían estando en deuda con el destino, cuando se despidieron, degustaron el dulce sabor que deja en la boca la derrota del olvido.

Cronopio


4 comentarios:

  1. Perfecta descripción de un pasado tan presente y tan intenso, separados por un inerte espacio de tiempo hipotecado.

    Bueno, bueno de verdad.

    country49

    ResponderEliminar
  2. Me alegra que te haya gustado, Country. Muchas gracias. Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. Que bonito recuperar el pasado de una manera tan intensa, sin que el olvido deje mella. Cuando el amor es cómplice se retoma la continuidad, como si el tiempo no hubiera transcurrido. Precioso.

    ResponderEliminar
  4. Sí...esa era la idea. Hablar de cómo, a veces, es posible engañar, aunque sea por un rato, al tiempo. Muchas gracias por leer y comentar, Pilar. Un abrazo.

    ResponderEliminar