Se habían adentrado en la playa mucho mas de lo habitual. Un torbellino de pasiones se desato en aquel asiento trasero. El olor del mar, la música del radiocasete junto a sus cuerpos desnudos hizo que perdieran la noción del tiempo. Por un instante, ella aprecio una luz en el espejo retrovisor. La guardia civil se acercaba hacia ellos... Matrixtilla
Deseando que no terminara el encantamiento con una sancion económica.
ResponderEliminarParece que tus protagonistas han de tener un coste en ese sentido.
Como en la vida misma, parece que lo espontáneo los impulsos , de una manera u otra hayan, de tener un coste.
Hasta pronto, sin multa. Abrazos. Arena
Afortunadamente, todo quedó en un susto. Un abrazo, arena
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