Las saetas del reloj me anclaban a esa esquina. Esperaba que ella regresase de su viaje interior, ansiando que su sonrisa volviese a la superficie del mar que compartíamos. Mi amor, insumergible, no me permitía explorar la profundidad de sus sentimientos. Ella despertó sin estar dormida. Se vistió de mala gana pero intentó conjuntar los colores. Por el camino siguió elevándose entre burbujas y cuando llegó a mi lado,musitó: "Nuestro barco naufragó hace tiempo. Otra persona ya me ha rescatado"
country49
A veces la espera y la incomprensión nos hacen perder lo que más amamos. Cuando nos damos cuenta es demasiado tarde para tomar el timón del barco naufragado, y lo peor es reconocer que otra persona ha sabido sumegirse en las profundiades para sacarlo a flote.
ResponderEliminarPrecciosa descripción.
Gracias Pilar por tu amable comentario.
EliminarComo se sobreentiende para quien conoce este blog, las "comillas" que utilizo en las dos últimas frases se han transformado en interrogantes.
country49
Country49, a mi me pasaba siempre lo mismo con las comillas, y nunca supe por qué. Así que cambié las comillas oficiales por estas otras « », que sí que salen. No sé si esta solución de urgencia te servirá de algo.
EliminarEl relato, magnífico.
Un saludo.
¡Gracias doble, mj! Utilizaré este truco en lo sucesivo.
EliminarSaludos
country49
La encontré en el fondo del mar, sentada en un lecho de finísima arena blanca.
ResponderEliminarMe dijo estar esperando.
No quiso decir a quién.
Me senté a escuchar sus pensamientos.
A revelarle los mensajes de sus ojos.
A mirar sus manos clamando atención.
Cuando se incorporó, tomó mi mano. Sólo la seguí en su regreso a la superficie, entre burbujas de aire y fuego.
Si te parece. Un abrazo country. Me gustó mucho.
Un excelente complemento submarino. Como siempre "me parece".
EliminarUn abrazo
country49
Muy buena tu descripción des final de una relación, de una despedida. Saludos.
ResponderEliminarGracias Alfred. Me alegra tu comentario.
EliminarUn abrazo
country49