viernes, 15 de junio de 2012

Debajo del puente

La risa un poco ronca y una barba cana le dan cierto aire de vagabundo. Aparece los miércoles y comparte nuestra errática charla hasta media noche; entonces, como si fuera Cenicienta, se despide dejando 50 euros bajo el brick de vino.
Luego sube al puente y se va en su cochazo. Todos sabemos quien es y él sabe que lo sabemos.
Vaya usted a saber que impulsa a un millonario como él a venir a nuestras veladas; quizás el recordar de donde viene, tal vez el no olvidar a donde puede volver.

desasosegada


1 comentario:

  1. Nos vemos, alrededor de un bidón reconvertido en hoguera. Nos movemos por este espacio, bajo un puente, con nuestros mitones.
    Nos reunimos cargados de historias en la boca y descubrimos, cada miércoles, que somos como vagabundos con amigos nocturnos con manos dirigidas a la lumbre, en corro, cercando el calor.

    Con un amigo comentábamos lo que era este espacio llamado Relatarium. Me acabas de hacer pensar en esa velada.

    Un abrazo.

    Un abrazo

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