viernes, 10 de agosto de 2012

Pudor

La joven y bella streaper de aquel club de carretera detuvo su espectáculo justo antes de desprenderse de la última prenda, la más íntima, aquella que la habría dejado desnuda por completo.

-Disculpen si no me desprendo de todo, perdonen que no les enseñe qué hay más abajo; no me dio tiempo a maquillarme el corazón.

Los espectadores estupefactos -aves carroñeras sin el festín esperado-, miraron con desprecio aquel inocente y repentino ataque de pudor.

Connie Marchante


3 comentarios:

  1. También pueden encontrarme en www.libelulasazules83.blogspot.com

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  2. Interesante juego, llevando el tema de la desnudez hasta el extremo.

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  3. Nada hacía pensar que le pudieran ver las facciones del corazón. De esa víscera que amaga los latidos del alma en su base de miocitos disciplinados.

    Me gustó.

    Un saludo.

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