lunes, 13 de agosto de 2012

¿Susto o muerte?

Su mujer lo arrancó con brusquedad de un sueño profundo (¡he escuchado un ruido!) y lo envió a explorar la casa. Deambuló por las habitaciones descalzo, sin más arma que su somnolienta heroicidad. No encontró nada. Ni debajo de las camas, ni en la alacena, ni en el sótano. Puertas y ventanas estaban cerradas. Todo correcto. Cuando volvía a la cama, una mano helada frenó con brusquedad su camino. El pánico lo clavó en el sitio, mientras una voz burlona musitaba en su oído: ¿Espectro o asesino?

Hank66


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