miércoles, 5 de septiembre de 2012

Esa hora.

Una vez mas, las cinco de la mañana.
Mi cabeza parece desconectarse del descanso en la tierra de los sueños para volver a la realidad. Despierto bloqueado con el corazón en un puño.
Nunca recuerdo el sueño que me acompañaba, ¿mi cabeza está intentando salvarme antes de comenzar a ahogarme en una mala pesadilla o me está castigando y hace que abandone la vigilia para enfrentarme al miedo que me embarga?
Quiero olvidar pero si no me enfrento a ello, siempre vovleré a esta dichosa hora.
Pedro González



1 comentario:

  1. !Ánimo! les hay más desgraciados que tú, mi hora burja son las 4,05 y desde ahí tengo que lidiar con el sueño, el cansancio y el insomnio como puedo, jesús que cruz.

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