martes, 23 de octubre de 2012

Síndrome de Diógenes

Yo no soy de malgastar, no se lo voy a negar.
Educada en la austeridad, con una vida sobria, la vejez me sorprendió sola y sin recursos, así que soy pobre o al menos eso creen mis hijos.
¡No se imaginan las cosas que tira la gente! he hallado auténticos tesoros: gafas ciegas, cajas de música mudas, guitarras sordas ...
Algún día sabrán lo que poseo y se arrepentirán de haberme despreciado, pero ya será tarde porque todo, incluidos mis perros y gatos, se lo habré legado a la Protectora de Animales.

desasosegada

2 comentarios:

  1. Me encanta la perspectiva en primera persona de este cuadro.

    Gracias por esta visión. Me ha gustado mucho cómo tomas y tejes sobre este síndrome en aumento.

    Un abrazo.

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  2. Encantadoramente desolador.
    Un abrazo.

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