lunes, 17 de diciembre de 2012

El preludio del fin.

Me mirabas fijamente con la expresión marcada por el dolor y de tus enrojecidos ojos asomaba toda la inmensidad del mar. Apenas fue un instante y sin embargo contenía toda una historia. Ni tú supiste nunca por qué me condenaste al olvido. Ajeno a todo, ignoraste que el olvido mata y así fue como esgrimiste la sentencia de mi destino. Yira

2 comentarios:

  1. Me parece un muy buen relato y así lo he puntuado. Pero permítame que le diga una cosa, la gente sabe perfectamente lo que hace, aunque las apariencias sugieran lo contrario.

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