La alcayata no resistió el paso ni el peso del tiempo y el cuadro que contenía la orla de fin de curso de la Facultad cayó a plomo sobre el suelo de mi despacho, soltando cuchillos de cristal y lascas de un marco ya cuarteado por los años. Lo mandé reparar y cuando lo reponía en su lecho, que aún mantenía la forma rectangular que lo contuvo, me apercibí que faltaban las caras de varios compañeros de carrera, sustituidas por blancos huecos sobre el nombre y apellidos del ausente. Entre ellos, el de Verónica, mi frustrado amor, y el de Carlos, aquel imbécil que me la disputó y ganó su alma y su cuerpo; ambos murieron en un accidente de tráfico apenas concluidos nuestros estudios. Pero mi asombro se convirtió en terror cuando observé que mi cara sólo era un esbozo a punto de desaparecer.
country49
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Me llevo un tiempo hacerme con una tintura con la que hacer desaparecer toda esa pandilla de compañeros, que sólo se preocuparon en fastidiarme y reírse de mi, con un poco de paciencia conseguí que fueran desapareciendo de mi mundo y del general. Lo mejor es la cara de pasmo cuando se ven como empiezan a ser borrados y se agarran a la orla como desesperados. Me hace mucha gracia.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo leí anoche y me estremeció. Extraordinario relato, Country. Mis felicitaciones.
ResponderEliminarMuy bueno, enhorabuena.
ResponderEliminarMuchos han intentado revisar la historia revisando pretéritas imágenes. Otros han sido testigos de cómo dichas imágenes se distorsionan en función de la bondad o maldad de las correspondientes almas: Dorian Gray rescató su imagen únicamente a través de su propia muerte.
ResponderEliminarSolo se requiere creer en la existencia del alma y que pasado y presente son intercambiables.
Es sumamente complicado intercambiar pasado y presente. El pasado ya no existe pero nos influencia, del presente apenas nos damos cuenta, y del futuro para qué hablar. El ser humano se cree el más machote del mundo mundial, pero sin embargo es una presa fácil de algo tan etéreo como el tiempo.
ResponderEliminarEl pasado ya no existe, el futuro aún no.
EliminarEl presente...¿Qué es el presente?
Opciones: Es aquello observable y que es relativo a un evento que está a punto de ocurrir (futuro inmediato: por tanto, inexistente); relativo a un evento que acaba de tener lugar (pasado inmediato: inexistente también); relativo al resultado (tendencia) de la acotación infinitesimal en función de tiempos físicos paulatinamente decrecientes de los dos anteriores tipos de eventos (por tanto, también inexistente).
Conclusión: El tiempo subjetivo, sea en forma de pasado, de presente o de futuro, es inexistente. El físico, depende de la existencia de un observador subjetivo.
Corolario: Llevamos todas las de perder ("machotes" y "hembrotas" por igual).
!!!Lo sabía!!!! por eso no quería yo hacer la orla.
ResponderEliminarMuy bueno.
Reconozco la influencia de Oscar Wilde y su retrato de Dorian Gray . No pude vencer la tentación de escribir algo al respecto viendo cada día la orla encima de mi ordenador de sobremesa; en ella, aunque aún permanecen las caras, algunos de los cuerpos se escaparon del cuadro para siempre. Espero que mi cara tarde en desdibujarse y en desaparecer ya que me gustaría seguir mucho tiempo escribiendo micros.
ResponderEliminarUn abrazo para todos mis "leyentes"
country49
Lo terrorífico es soñar que le llaman a uno de la Universidad para comunicarle que ha habido un error imperdonable en la nota de una asignatura de gran importancia, "lo cual invalida, inevitablemente, el título concedido, por lo que deberá presentarse al examen en la próxima convocatoria".
EliminarHe comentado esta pesadilla con algunos titulados de la Politécnica y me reconocen haberla sufrido varias veces.