lunes, 18 de febrero de 2013

Subsistencia

Río de aguas plácidas, barquitas reposando y nosotros en algún lugar inquietos… ¿por qué no nos instruimos en el arte de vivir…? Es hermoso y sensato hallarse ricamente pobre, sobrevivir con solo lo necesario…ver amaneceres y horizontes, pescar y cazar para comer…plantar tu propio huerto…sentirte libre y disfrutar de las cosas simples y sencillas…Da igual si el instrumento es de viento, cuerda o percusión…lo que interesa es que suene… ya sea rascando caracolas, golpeando piedras y palos, meneando huesos o silbando cañas de bambú…esa armonía que satisface nuestros adormecidos sentidos, despertándolos y entregándolos al cenit sensorial ¡es lo que cuenta, somos la importancia de creernos! Bien, si no hay prisa, sentémonos y contemplemos el reloj parado de la libertad...

Kim Bertran Canut

2 comentarios:

  1. Bonito relato, ciertamente. Sin duda lo que descibre es un momento de felicidad. Pero si hay algo efímero es la felicidad. La felicidad hay que currársela. Hoy por hoy casi nadie es feliz. ¿Será porque hay mucho paro?

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  2. Es un homenaje a los sentidos. A contracorriente de los valores establecidos.

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