martes, 9 de abril de 2013

El rencoroso

¿Que por qué le llamaban “el rencoroso”? Bueno, te contaré algo, al fin y al cabo el tío ya está muerto... ¡Sam, dos copas más! Verás, una vez estábamos en alta mar, lejos de la costa. Era un sitio que el jefe tenía anotado en sus cartas de navegación. Los chicos y yo le estábamos cubriendo de cemento los pies a un pringado. El tío lloraba y gritaba que no había hecho nada. Lo de siempre... Cuando estuvo listo se lo llevamos al jefe. La verdad es que el tío pesaba como el muerto en el que estaba a punto de convertirse. El jefe le puso un vídeo. Se veía a un niño gordito en una carrera. Los demás niños le empujaban y se reían de él. El pobre capullo se quedó alucinado. Al final pudo hablar, medio lloriqueando: “¡Era un niño! ¡Lo siento! ¡Los demás también te empujaron!” Y el cabrón del “rencoroso”, sin inmutarse, nos hizo la señal para echarlo por la borda mientras le decía: “Sí, lo sé, te esperan abajo”.

Hank66

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