viernes, 30 de agosto de 2013

Un cielo seguro

Todas las tardes se trepaba al árbol que permitía mirar hacia el jardín del convento.
Ella era la más bella de las novicias, y siempre la última en entrar al templo.
Crescencio se la fué conquistando en ardientes pláticas ocultándose en las noches.
Llegado el acto de amor sus cuerpos gozaban perdiendo noción del tiempo.
Huyó con él convencida de que era mejor un cielo seguro que uno incierto y tardío. Y además dudoso.

Carlos de la Parra

2 comentarios:

  1. Carlos, como faltaba el título, he puesto provisionalmente éste, a falta de que tú me digas el tuyo.
    He estado a punto de poner "más vale pájaro en mano..." jeje
    Preciosa imagen la de las miradas furtivas en el jardín del convento.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Sin duda el cielo es la pérdida de la noción del tiempo.

    Hermoso.

    Gracias y saludos.

    Alfonso.

    ResponderEliminar