martes, 17 de septiembre de 2013

SUPERPODERES

Los superpoderes existen.

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Hay que tener superpoderes para aguantar la estupidez ajena. Para soportar la propia no son necesarios porque nacemos con una estúpida ceguera que nos impide calibrarla.

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Hay que tener superpoderes femeninos para llevar un velo cuya obligación inventó un hombre y que otros hombres controlan que lleves, pero sobre todo para llevarlo con orgullo, con gracia y con una sonrisa en los labios.

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Hay que tener superpoderes vitales para sobreponerse a ser un lisiado toda la vida por culpa de un aparato que uno de esos países que supuestamente promueven la paz ha vendido a tu propio país, incapaz de fabricarlo aunque muy capaz de utilizarlo.

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Hay que tener superpoderes transigentes para soportar que te mientan en la cara mientras piensan que eres un imbécil que desea escuchar mentiras que sólo se han inventado para hacer negocio contigo.

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Hay que tener superpoderes para aguantar a Dios.

Alfons o Blanco

4 comentarios:

  1. Una sensible mirada a la gran contradicción de la existencia. Seres tan potentes y tan frágiles, tan maravillados por su universo y tan desconocedores de su más interna escencia.
    Encontrar la paz es una base para encontrar la felicidad, que muy posiblemente resulte ser un sofisma.
    Dios es un concepto tan personal que no tiene caso discutirlo.
    Ni siquiera sabemos si se interesa en participar o no en el mundo causal, y en lo personal no me sorprendería que se encuentre exento de responsabilidad. Éste es un terreno que se vive a la corazonada.

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    1. Carlos, te agradezco mucho tu comentario, tan matizado y tan reflexivo.

      Creo que no podemos evitar el sofisma de la felicidad mientras vivimos en nuestra inevitable contradicción, con Dios o sin Dios.

      Gracias de nuevo y saludos.

      Alfonso.

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  2. Lúcido análisis y original el planteamiento de los superpoderes, enhorabuena.

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    1. Marga, te agradezco mucho tu apreciación y que lo hayas disfrutado.

      Gracias de nuevo y saludos.

      Alfonso.

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