jueves, 31 de octubre de 2013

VIDA

¿Se inventará la muerte,

la humana,

alguna otra muerte?

¿Ya pasaron todas las muertes,

las muertes inventadas,

las muertes renegadas,

las muertes avergonzadas,

las dulces muertes?

Queda algo de muerte

por inventar.

Queda algo de esperanza

en que la muerte

nunca muera.

Si la muerte pierde

su muerte

¿quién la sustituirá?



Alfonso Blanco

SILENCIOSA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA

Fuera se escuchan las instrucciones de la profesora de Inglés que se empeña en que sus alumnos pronuncien correctamente. Aquí dentro solo se escucha el sonido de mis dedos sobre el teclado y el tic tac de mi corazón. Si los pensamientos fueran sonoros, habría muchísimos más ruidos. Tal vez hasta se acercarían para preguntarme qué es lo que está sucediendo aquí dentro, no aquí dentro de mi, que es una pregunta difícil de hacer, aquí dentro en el lugar físico en el que me hallo. Jamás podrían sospechar que tantos pensamientos pudieran caber en una cabeza, al fin y al cabo, pequeña.

Si mis pensamientos pudieran emitir sonidos,hoy, ahora,las melodías más dulces y relajantes se verían interrumpidas por otras metálicas y estridentes. Es un no parar.

Al principio de la jornada, estaba tan mimetizada con los pupitres y los cuadernos que todo mi cuerpo se olvidó de mi alma ¿o fue al revés?

Ahora, por entre los vocablos en lengua inglesa y el te clear impaciente, sobresalen los ruido que emiten mis pensamientos y que solo yo, menos mal, escucho.

Ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario, como diría Aute.

Mercedes Marín del Valle

Flores en La Nacional

Había ido al cementerio donde María reposaba. Quiso rezar, pero no pudo.

La recordó como saliera de la casa, con su bañador recién comprado, la camiseta de su padre que usaba para ir a la playa, y que no ocultaba la lozanía de sus dieciséis años, y su toalla al hombro. Vio su cara al cerrar la puerta, con su risa de fresa, y el ímpetu del sonido de sus pasos de chanclas por la escalera.

No la vio marchar pedaleando, ni la dio un beso, ni...nada de nada.

Cuando pasaron diez minutos ante un nicho, y el dolor de haberla perdido fue una dentellada en las entrañas, cogió el ramo de claveles y se marchó.

Condujo hasta el quilómetro trescientos quince, parando en el arcén. Sintió un vagar que preguntaba -qué pasó. Notó el dolor del impacto en sus costillas, y sentada en el suelo, con las flores en la mano, acabó dejándolas ligadas al quitamiedos con su foulard.

Desde entonces no va al cementerio el Uno de Noviembre. Ella acude con flores frescas, a un punto de carretera, cada quince de Agosto, a una cita invisible.

Ese día se explican cómo les va la vida, se cuentan sus cosas, y se dan los besos que sin labios pueden darse cuando sigue viva la vida que deja al cuerpo atrás.



Albada

lunes, 28 de octubre de 2013

El vsitante



Abri la ventana,y el estaba alli, esperando.

Deje que entrara a mi habitacion, y me beso

y abrazo con amor, como lo hacia siempre.

Luego sali a caminar, y el feliz, junto a mi.

Pero de pronto...,desaparecio...

Tal vez celosas, oscuras nubes lo cubrieron,

y el sol, comenzo a llorar...

Zully