viernes, 21 de marzo de 2014

lloviendo

Al salir a la calle ya sabia a donde iría, aunque no quisiese pensar en ello. El azar o el vagabundeo le parecían menos ridículos que la premeditación para ir a casa de Andrea. Llovía mansamente, sin prisa alguna. Las nubes pueden permitirse el lujo de la pereza en S. Sesteando , se dejan caer de vez en cuando hasta casi tocar el suelo , envolviendo la ciudad en un gris húmedo que amortigua los ruidos y ralentiza el tiempo. Recorrió las calles de la zona vieja. Noviembre es un mes maravilloso para pasear por S. Libre al fin de su condición de decorado para turistas, le recordó a la ciudad que guardaba en su memoria, mojada y melancólica. Silenciosa. Al llegar al portal de Andrea encendió un pitillo para darse tiempo a recordar porqué había llegado hasta ahí

escrinimbos

miércoles, 19 de marzo de 2014

El ritmo del universo



He pasado el invierno esperando que se desencadenara una buena tempestad y … ¡mira que ha llovido este invierno! pero nada de fundamento; todo eran lloviznas, calabobos, chirimiris y otras morondangas.

Sin embargo eso no era suficiente para mi propósito, lo que yo necesitaba era una tormenta de esas que hacen temblar la tierra e iluminan el cielo nocturno con venas incandescentes. Una tormenta de las que sobrecogen a los hombres de buena voluntad y acojonan a los de mala.

Hoy, por fin, he podido contemplar como se avecinaba la tempestad perfecta.

Así que aprovechando la mascletá del universo he salido sigilosa de mi habitación y me he dirigido a la tuya y… de este modo, sin dejarte emitir una sola palabra me he metido en tu cama.

Todo ha salido como lo había soñado y por fin hemos podido amarnos arrullados por la ira del universo y por los confiados ronquidos que desde su habitación emitían tus padres.



desasosegada

martes, 18 de marzo de 2014

INTENSIDAD MUSICAL

Había brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola. Ella lo acarició. Después, sus manos, poseídas por un ímpetu fogoso, comenzaron a tocar cada vez con más fuerza, conforme la pieza musical ganaba en ritmo y en intensidad. Sin apenas darse cuenta sus dedos se enraizaron, mezclándose confusamente con el teclado. Sus brazos se convirtieron en ramas, llenas de nudos. Su cabello, en hojas brillantes y sedosas que hicieron desaparecer su rostro. El resto de su cuerpo se fundió con la madera del piano formando un hermoso tronco retorcido. Él, al amanecer, quiso contarle su sueño y, al volverse para buscarla, sólo encontró su hueco en la cama.

Concha García Ros

La ventana indiscreta

Ella siempre lo observaba. Formaba parte del

paisaje que veia a diario, una pared y las

ventanas, que incitaban su curiosidad, como

esa, del segundo piso, no habia cortinas, y

tampoco parecia que alguien las necesitara.

En apariencia, vivia en el lugar un escritor o

periodista, de alrededor de los 40.

Hacia pocos meses que se habia mudado alli.

Muy temprano comenzaba a trabajar, junto a su

infaltable taza de te o cafe...

Un dia decidio olvidarse del asunto.

Se vistio y salio para hacer sus compras

habituales.

Camino unos pasos, y antes de llegar a la

esquina, cerca del quiosco, una figura llamo

su atencion..., si, era el vecino...,sus

miradas se cruzaron y..., sonrieron...

fin

Avefenix

lunes, 17 de marzo de 2014

Escondido

Y si algún día te espero escondido tras las cortinas. Si no te aviso al llegar , si demoro la entrada mirando por la ventana . Si giro la llave en silencio y espero a anunciar mi llegada. Si te observo sin que lo sepas , es por verte tal cual eres , vacía de mi presencia, distante y olvidada de ti ... Y observar el ruido de tus pisadas , ir el aire que mueven tus manos , verte deslizando en suaves gestos sencillos que quizás sólo escondas para ti.

Y después anunciarme con una tos torpemente impostada , el batir de una puerta o un fingido ya estoy aquí!. Como si no lo hubiese estado desde siempre

escrinimbos

Desencanto



Ojala maldigas mi nombre,

y aborrezcas el suelo que piso

cualquier cosa antes que ese rictus de hastío



desasosegada