sábado, 4 de octubre de 2014

El tendedero



-¡Joer con la lírica, Pepe! ¡No fastidies!

Aquí quedamos en que una semana planchabas tú y otra yo.

Esta semana te tocaba a ti.

Y no te la perdono, aunque hayas escrito esos versos que me has colgado con un imperdible en el tendedero:

"Estas prendas que ves aquí, /amada mía,/ mostrando nuestros secretos al sol/ desean hablar más de nuestro amor / en esta tarde larga y fría ".

(Eliminatoria de Champions R. Madrid - Milán)



Francisco Rodríguez Tejedor.

viernes, 3 de octubre de 2014

See

Egtved y Mysla trabajaban en Sodoma con el equipo de la Damasco Geologic Transnational que realizaba prospecciones en el cercano lago Asfaltites en busca de sal. Resultados preliminares indicaban que el producto podría superar en calidad al que los bárbaros denominaban Maldon Salt. La DGT, encargada del proyecto de viabilidad, había contratado a Egtved y Mysla por su demostrada experiencia en Hallstatt, famosa por sus minas de sal de montaña.

Sodoma los había seducido. Sobre todo el Uabé Club. La cerveza era barata y las sodomitas, bellas, limpias y muy obsequiosas. El día anterior al inicio de las perforaciones, abandonaron el local de madrugada, algo tambaleantes y con prisa por concluir sus cálculos. Egtved debía medir las isoanómalas de gravedad y Mysla las curvas equipotenciales. Otra circunstancia contribuyó al desastre en ciernes, además del efecto adverso de las burbujeantes sodomitas. Olvidando que una montaña no es un lago, introdujeron el valor is otópico de los sulfuros diseminados utilizado en Hallstatt. Los datos incorrectos se cargaron en la perforadora rotativa y cuando ésta sopleteó, indujo la descarga del terreno, provocando que Sodoma saltara por los aires.



Somnus Tuus

jueves, 2 de octubre de 2014

Senbi

Félix K. abrió la puerta de su cuarto y al contemplar cómo dos diminutos gatitos jugueteaban sobre la alfombra, emitió un alarido sobrecogedor. Atónito, reconoció con pavor las suaves rayas peludas, las barriguitas rosadas, los bigotillos enhiestos. Sus terroríficos gritos atrajeron a Jan W., su vecino de corredor en el Johanneum.

-¡Félix, por todos los demonios! ¿A qué viene...?

-¡Los gatos!

-Son encantadores, sí, pero las mascotas están prohibidas

-¿Encantadores? ¡Son de trapo!

-¿Te has vuelto loco? Cálmate y…

A empellones, Félix lo condujo al otro extremo de la habitación, mientras señalaba un gran baúl negro decorado con extrañas filigranas.

-¡Ahí están mis mascotas! Hace tiempo que colecciono figurillas de animales que he ido adquiriendo en jugueterías, museos… ¡Oh, no!

-¿Qué?

-¡La que está encima del todo, mi última compra en Egipto! ¡La reproducción de un hipopótamo de la Din astía XII!

Mudos de espanto, escucharon un ronquido sordo, al tiempo que la tapa del baúl se levantaba y un pequeño hipopótamo azul se descolgaba por su frontal, seguido a corta distancia por un prehistórico león de las cavernas, un triceratops verdoso y una vistosa mariposa monarca.



Somnus Tuus

domingo, 28 de septiembre de 2014

Laberíntico plan

Tenía una especial habilidad para manejarlas a todas. Rara era la que se le resistía. A la última más de una vez la había mirado de reojo, cuando a menudo se acercaba a buscar a alguna de sus compañeras, pero nunca hasta ese día se había propuesto detenerse con ella.

Recordó, de pronto, que en su casa no querían ni oírla nombrar, ya que hacerlo les evocaba una tarde aciaga en la que su hermano pequeño desapareció durante horas en la feria del pueblo. Por eso, se acercó a ella como quien lo hace a un fruto prohibido: con mucho sigilo y con un deseo irrefrenable de probarlo. Primeramente, se interesó por el origen y significado de su nombre. Después, dando rienda suelta a su imaginación, se dejó atrapar por su sugerente imagen, en la que se adivinaban sinuosas curvas y oscuros y húmedos recovecos. Su objetivo, al igual que con las otras, era conseguir que ella se prestase con él a todo tipo de juegos. Para ello tenía que conocerla en profundidad, en el sentido más amplio de la palabra.

El sonido del diccionario al impactar contra el suelo interrumpió su laberíntico plan.



Juana Mª Igarreta http://palabrasquedanj