La abeja reina subyuga con su olor, a sabiendas que está fértil. Los elegidos son pocos, el espacio menor y demasiados candidatos. Yo sigo en espera, mi reina no aparece y el tiempo escasea. Estoy hecho de fuego y necesito templarme. Todavía son las seis de la tarde...
@josé javier .... y no llega. La parábola de la abeja reina es la que utiliza el micro para describir a su pareja, el piensa que todos se agolpan para copularla. Los celos lo tienen encendido, el sabe que tiene que tranquilizarse y solo son las seis de la tarde, ¿que pasará hasta la noche?.
Hay algo paradójico en el cuento. Por un lado ardor, impaciencia, pasión y por otro eso de "todavía son las seis de la tarde" que suena tan cotidiano.
ResponderEliminar@josé javier .... y no llega. La parábola de la abeja reina es la que utiliza el micro para describir a su pareja, el piensa que todos se agolpan para copularla. Los celos lo tienen encendido, el sabe que tiene que tranquilizarse y solo son las seis de la tarde, ¿que pasará hasta la noche?.
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