Todas las noches espiaba la casa de enfrente. La mujer se acicalaba, puntual,desnudando con parsimonia sus níveas carnes. Él enloquecía de pasion y acababa masturbándose con furia. Ella lo sabía, y aún así acudía cada noche. Le gustaba saberse atractiva y deseada a sus 450 años.
Por Hank66
¡Deseada 450 años!... ¡qué gozada!. Hank, lo que a ti no se te ocurra...
ResponderEliminarJajaja, es el influjo del Anís el Mono, debe tener alguna sustancia que atrae a las musas mñs enloquecidas...
ResponderEliminar¿Y dónde dice que queda esa ventana? Sólo por si algún día tengo baja la autestima, ¿eh?, no por otra cosa, jaja, bueno como siempre hank.
ResponderEliminarHaces que me descojone...
ResponderEliminar¿A qué distancia dices que estaba la ventana? Supongo que si hubiera visto de cerca a la "yaya", algún sustito se habría llevado, ¿verdad?. Buen relato Hank.
ResponderEliminarUna mujer de 80 años es vieja, una de 450 es elegante.
ResponderEliminar¡Así da gusto llegar a viejo!
ResponderEliminarVale, vale, pero.... cuanto tenía el. Y no digas que 12 que no lo creo. Ja,ja,ja
ResponderEliminarNo cambies Hank66, y ponte ya una copita de vino en el avatar, que se echa de menos
@josé javier Así, me tengo que saltar los 80 y aterrizar directo en los 450, ¿me dice usted cómo lo hago? Jajaja, very polite, josé javier.
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