viernes, 11 de noviembre de 2011

El caballo amarillo

Me considero un tipo corriente. Complexión esquelética, dientes largos, palidez marmórea. Bebo Bloody Mary y voy de vacaciones a Transilvania. Pero lo que de verdad me gusta es montar a caballo. Tengo un bayo amarillo con el que galopo de noche por el páramo. La gente dice que componemos una estampa apocalíptica. Nunca he podido comprobar este particular, porque si toco una biblia, me sale un desagradable sarpullido en la piel. Pero a mí esta imagen me resulta conmovedoramente familiar, y por eso la elegí como reclamo de mi funeraria.

mj


0 comentarios:

Publicar un comentario