"Cuando uno no tiene donde ir, es mejor no emprender camino alguno" pensó.
Así que, desoyendo las órdenes de evacuación de los bomberos, se arregló con esmero y ocupó su sofá favorito. Estuvo esperándolo todo el día, finalmente, el fuego; el implacable, apareció.
Diez minutos después todo había terminado.
Diez minutos después todo había terminado.
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Por si os apetece participar. La frase de esta semana es "estuvo esperándolo todo el día.
desasosegada
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