Un hombre y una mujer de mediana edad hablan sentados ante una mesa sobre la que se encuentra un ordenador. Se los ve al fondo de su negocio, entre lámparas y cachivaches, en el mercado de San Telmo de Buenos Aires.
- Pero, viejita, ¿vos creés que como va el negocio podemos dejarlo y largarnos a Cabo Polonio una semana de vacaciones?
- Che, vos dijiste que dejábamos el laburo en el banco para vivir mejor.
- ¿Los de Córdoba nacieron soñando o fue la migración lo que te dejó así...?
- No andes jodiendo, los rioplatenses sí que sueñan, pero solo con la boca, llegado el caso no tienen arrestos y os sale esa parsimonia tanguera que no los mueve del sitio.
- Andá, no peleemos, che…
- Tá bien ¿y?
- El próximo invierno.
- ¿Te había dicho que sos un amor?
- …
Alfonso Blanco
- Pero, viejita, ¿vos creés que como va el negocio podemos dejarlo y largarnos a Cabo Polonio una semana de vacaciones?
- Che, vos dijiste que dejábamos el laburo en el banco para vivir mejor.
- ¿Los de Córdoba nacieron soñando o fue la migración lo que te dejó así...?
- No andes jodiendo, los rioplatenses sí que sueñan, pero solo con la boca, llegado el caso no tienen arrestos y os sale esa parsimonia tanguera que no los mueve del sitio.
- Andá, no peleemos, che…
- Tá bien ¿y?
- El próximo invierno.
- ¿Te había dicho que sos un amor?
- …
Alfonso Blanco
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