lunes, 16 de diciembre de 2013

Me acuesto temprano

Llevo mucho tiempo acostándome temprano. Al apoyar mi mejilla en la almohada rememoro los besos de mi madre, primero suplicados, después añorados en la oscuridad de mi cuarto, siempre escasos para mi gusto, porque mi padre la reclamaba para cenar con los invitados en la planta baja.

Del niño que fui al hombre que ahora soy -que creen que soy- media una aventurera juventud en Haití y un desenlace ignorado por todos. Me toman por un achacoso prematuro, alguien debilitado por las secuelas de una enfermedad tropical y que necesita descansar más de lo corriente. Me acuesto y me entrego a mi añoranza, a mis dulces recuerdos, a la busca del tiempo perdido, el tiempo en que fui mortal.

Porque sólo yo sé quién soy, quién no soy. Un muerto viviente condenado a recordar sin descanso, a pasear sus insomnios en las noches eternas por el camino de Swann.



El Manco del Espanto

2 comentarios:

  1. Sorprendente versión zombie de Proust. Quizá podría haberse titulado también "Yo Anduve con una Magdalena".

    Gracias y saludos.

    Alfonso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Divertida apostilla la de la magdalena, Alfonso, me ha hecho más que sonreir. Habría sido un título estupendo,creo que se lo voy a cambiar.
      Ya ves, de cuando en cuando apetece hacer un pequeño homenaje a los maestros, aunque sea perdiéndoles muy respetuosamente el respeto.

      Un abrazo fraternal del Manco.

      Eliminar