martes, 28 de septiembre de 2010

Pasos

Me asomé al balcón de tu rutina y me gustó lo que vi. Abriste una a una más puertas, y no me resistí a seguir curioseando. Cuando llegó el tiempo de las caricias y el sudor, ya había entrado hasta el fondo del pasillo, donde casi no queda luz, y una vez allí, olvidé el camino de vuelta. Me quedé.

Cronopio


3 comentarios:

  1. Bordas los retratos de interior, crono.

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  2. Me gustan tus micros intimistas, cronopio.

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  3. Una vez más, otro genial.
    Tal como lo narras, creo que todos nos quedaríamos.

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