lunes, 27 de septiembre de 2010

SOBRIO

Pocos son los que quedan dando tumbos desacompasados de una canción que apenas reconocen. Pálidos ,demacrados, mandíbulas desencajadas con sonrisa perpetua. Abrazos en busca de apoyo del equilibrio. Humo denso y efluvios etílicos. Legué sobrio para verme en su reflejo, y con los pies en la tierra, supe que aquello no era vida. Pedí una copa y me la bebí de un solo trago.
Cormoran

2 comentarios:

  1. Fin de fiesta con sorpresa y doble interpretación, ¿eh? Buena idea, cormorán, tal vez con un poquito de ajuste en la descripción, ganaría. A partir de "Llegué sobrio...", perfecto.

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  2. Cierto es, sobre todo cuando es una experiencia propia. Me venció el ansia de contar que buscaba en ellos mi reflejo. El final fue distinto, en realidad no pedí una copa y regresé a casa, ya de día, preocupado por como solía llegar. Al instante se te olvida y todo sigue igual. Solo los años cambian los ritmos y preferencias, ahora mucho más tranquilas.

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