Te observaba desde mi ventana, agazapado entre el sudor y las cortinas. Era una noche de calor pegajoso y luna escondida. Nuestros ojos se cruzaron un instante, y, a pesar de mis torpes disimulos, descubriste que aquélla no era la primera vez que te miraba.
Cronopio
Siempre he pensado que los ojos tienen "otro" lenguaje. A veces delatan pensamientos y sentimientos que nunca hubiéramos desvelado.
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