viernes, 8 de octubre de 2010

Abandono de filas

Repite diariamente la certeza del sueldo, la alegría de Rufina al otro lado de la web y la cara de un bebé rollizo de unas fotos.
Se enjabona rumiando la suerte del padre emigrado del estraperlo y de las chinches, y se sabe un buen soldado español.
Nota un ABANDONO súbito de fe al apretar su talismán. Un escalofrio le ciega la visión. Aún desnudo arranca una huida hacia  su casa, impulsado por una fuerza atávica que nadie conseguirá detener.
Albada

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