viernes, 8 de octubre de 2010

Bar Oasis

Aquel bar escondido al final del callejón se había convertido en su oasis secreto. El desconsuelo cotidiano parecía menos arenoso y más llevadero desde que había adoptado la tradición de apurar un par de cervezas al abrigo del vaivén de las caderas de la única camarera capaz de desafiar al desierto.

Cronopio


2 comentarios:

  1. Lo leí en eskup y no dije nada pero me gustó mucho. Es difícil sobrevivir escribir sin la ayuda de un bar amigo, ¿no?

    ResponderEliminar
  2. Cuánta razón, mirina.Qué sería de nosotros sin esos bares...

    ResponderEliminar