martes, 5 de octubre de 2010

Cordura

Ahora, que ya hace meses que no dedica sus noches a aullar a la luz de la Luna. Ahora, que ha dejado de mantener conversaciones encubiertas con las sombras. Ahora, que no persigue a los transeuntes, emboscado en las esquinas. Ahora, que demuestra cierta compostura,que mantiene cierto equilibrio rutinario.Ahora se está volviendo loco.


Cronopio


3 comentarios:

  1. Difusa y subjetiva es la frontera entre cuerdos y orates. Buen micro, crono.

    ResponderEliminar
  2. Suele pasar. Es cuando más compuesto pareces cuando más loco estás. Un relato afortunado.

    ResponderEliminar
  3. Hasta la locura necesita su rutina, para reconocerse. Me gusta, cronopio.

    ResponderEliminar