jueves, 14 de octubre de 2010

Despido improcedente

La falta de respiración, la desorientación psicomotriz, ahora, pasado un tiempo, la observo desde la perspectiva de una metamorfosis propia de la naturaleza. Todo el trabajo, era necesario para completar un proceso natural. Junto con otras mariposas, una vez adaptadas a nuestra nueva forma, volamos liberadas, buscando desde la osadía individual, destinos libremente elegidos. Con una visión amplia, llena de luz y aire renovado. Aquella mañana fría y estrecha, es... ahora, un amplio horizonte.
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3 comentarios:

  1. Gracias veintiuno por pintar una ventana devorada por la luz al final del tenebroso pasillo. Desde luego, las cosas pasan por algo y una aparente "desgracia" puede devenir en una gloriosa catarsis, ojalá todas lo hicieran.

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  2. @Eunuco
    Tus comentarios, a la par de tus escritos, me hacen volver a ilusionarme en no dejar de escribir. Lo he expresado tal y como lo siento. Gracias, Eunuco.

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  3. Entonces, con aun mas paciencia de la que he podido inventar, seguire esperando que este pasillo se alumbre de nuevo.
    Gracias Senor 21..

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