mirina
Espacio de creación de microrrelatos,
cuentos cortos y otras formas de
literatura breve, al acceso de cualquiera.
martes, 5 de octubre de 2010
Impedimento
Los grandes albatros, los grandes cóndores, viajan solos. Las gaviotas, las palomas, los gansos, los pingüinos, los suris y muchos pueblos con plumas, viajamos en bandadas. Algunos, como los suris, no nos animamos ni a volar, nos quedamos en tierra. No conocemos el olor de las estrellas ni sabemos qué canta el viento en las alturas. Los océanos del sur son helados, la nieve andina nos asusta y viajamos juntos, no soportamos la soledad de las alturas, no podemos comprender tanta belleza.
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Qué bello tu relato, mirina. Puedo sentir el olor de las estrellas...
ResponderEliminarEl relato es un bello viaje: desde las alturas del cóndor en un vuelo que desciende hasta quedar "atrapado" en el suelo más terreno. No sé si la última frase te pide irte a usar la tercera persona, porque la frase puede entrar en paradoja con su propio significado.
ResponderEliminarQue bello relato Mirina. Me he sentido pájaro, pero aún no he encontrado dónde viajar, a lo mejor pertenezco a los suris. Enhorabuena.
ResponderEliminarQué cosas tiene esto de los mensajes vitales encerrados en los micros. Me has insuflado una melancólicas ganas de ser un condor que desde aquí abajo se vea tumbado sobre las estrellas. Gracias.
ResponderEliminarGenera pena por las aves que no vuelan.Ha de haber variedad.Ahí está la gracia y la belleza.Sin dudar que una gallina o un avestruz son aves,y el hecho de que no vuelen, no impide que tengan una gran autoestima.
ResponderEliminarEn el fondo si uno es fiel a su identidad...qué más da si vuela o no,Quizá la gallina jamás envidie al águila. Quizás el barrendero de mi barrio jamás envidie al director de la sucursal de la Caixa
Las aves, al igual que los humanos, tienen sus preferencias en cuanto a la soledad y la compañía. Todos, en su elección y posibilidades, parecen conformarse. Quizás nosotros algo menos.
ResponderEliminar@Sara LewGracias, saryle.
ResponderEliminar@juanxxiHola, juanxxi. Mirado con rigor, es verdad, tienes razón. Aunque desde el punto de vista del significado, los plumas terrestres también pueden "ver saber" que lo océanos son helados (si ya sé, suponiendo que entre los plumas se comunican) y que la nieve no les gusta mucho (esto sí seguro, porque son de zona vecina a las montañas). Pero buscaba sólo dos "personas": ellos, los que vuelan alto y nosotros, los que volamos a distintas altura o no volamos. Claro, falta/había una frase que desde los plumas de tierra regresaba a los plumas voladores. Pero no quedaban caracteres. Por supuesto, se podría haber remontado la última oración (siempre se puede), me venció el cansancio. De todas maneras, he descubierto que en los comentarios no hay límite, o sea que puedo seguir tu sugerencia y hacer una versión más larga que salve la paradoja. Probaré. Gracias por tu lectura, tu opinión y tu comentario, juanxxi.
ResponderEliminar@Tagore123Los suris recorrían grandes extensiones corriendo en bandadas. Ahora todavía lo hacen, lo que pasa es que las alambradas, ciudades y humanos ya no se lo permiten/imos y los hemos convertido en carne de corral. O sea que si te sientes suri, lo primero, viaja al pasado.
ResponderEliminarYo creo que se trata de tener plumas/palabras/ideas/sueños/ilusiones y ganas de viajar, si las tienes, siempre encuentras donde ir. Gracias, tagore.
@EunucoMira que eres complicado, ¿eh?, no sé si esto de dormir en las estrellas... Gracias eunuco, ;)
ResponderEliminar@AlbadaBueno, no pretendía que la pena ni la envidia entraran en el mr, porque no sé si las aves las sienten, pero se me puede haber colado por supuesto. Pretendía una diferenciación, basada en la elección, entre los que vuelan altos y solos, con todo lo que eso significa en riesgo, dureza y soledad, y los que han elegido, tanto volando, como en mar o tierra, todo lo contrario. Tal vez faltó explicitar la idea de elección. Por otra parte, suscribo totalmente tu opinión sobre la variedad y la identidad. Gracias aldaba, por tu lectura y tu comentario.
ResponderEliminar@cormoranSí, en parte iba por ahí, cormo, gracias.
ResponderEliminarTu relato es "diferente", a veces olvidamos lo que nos une al resto de animales, de los que somos parte. Y también destacaría el relatarlo en primera persona, dándole un control y una fuerza que unidos a la región que describes, (los andes y océanos del Sur), le confieren un aura de misticidad que tanto me gusta.
ResponderEliminarGracias, veintiuno. Con tus comentarios, exprimes cada mr, muy bien y gracias otra vez, ;)
ResponderEliminarQué grande, Mirina. Y sobre todo, ¡qué alto!
ResponderEliminar@gabrielpalafoxViniendo de ti, grabrielpalafox, que bordas cada palabra con amor, es un gran elogio, muchas gracias.
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