sábado, 30 de octubre de 2010

Media vida (2) las secuelas

Enamorado de la vida corría por el camino a su encuentro cuando dos luces me atravesaron. Miré atrás y vi el coche empotrado en un árbol. Saliendo de una puerta descuajeringada apareció el conductor empapado en su sangre. De sus manos cayeron un móvil y una botella. Corrí hacia el para increparle pero ya era tarde. El no acabaría en un cajón como yo y mis hijos no me verían envejecer. Solo espero que me recuerden así, enamorado de la vida.

cormoran


2 comentarios:

  1. Cormo, esto de las continuaciones cada vez te sale mejor. Ésta, además, tiene vida propia y puede existir de forma independiente, si fuera tú, yo no pararía, ;)

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  2. Que gran continuación, cormoran. A veces, cruzarse en el camino de ciertas personas deja secuelas irreversibles...

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