miércoles, 24 de noviembre de 2010

Bucle

Después de desayunar, decidió escribir sobre las experiencias vividas durante su última expedición patagónica. De cómo sobrevivió a una rotura de cárter en medio del desierto y caminó durante horas en absoluta soledad contra un viento terrible. Encontró, casi en el último aliento, una cabaña. Al entrar, encontró a un hombre sentado a una mesa, escribiendo. Sorprendido, se reconoció a sí mismo. Pudo leer lo que escribía: tras desayunar, quiso contar sus últimas aventuras en la Patagonia…

tapia


4 comentarios:

  1. Vaya, la Historia Interminable. Buen micro-bucle-relato.

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  2. Se ha colado el misterio mágico en tus crónicas de viaje, me gusta.

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  3. Gracias por los comentarios. Una vez me perdí de verdad en la Patagonia. No resultó un bucle, pero casi.

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