sábado, 20 de noviembre de 2010

Divina fisiología

Profundamente conmovido, contemplaba la prístina belleza de arquivoltas, capiteles, arcos y celosías, engañosamente sencillos pero de intrínseca complejidad, manifiesta en los elaborados motivos naturales y espirituales. Pronto sintió una acuciante necesidad terrenal. El guía le informó de que Dios carecía de esas necesidades, y que por tanto la basílica no había sido dotada para ello. Con disimulo, buscó un oculto rincón de la bellísima capilla, bajo una imposta con adornos silvestres.

tapia


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