jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Fría o caliente? Latente

La sopa estaba fría. Se lo dijo. Su mujer le miró como de costumbre, displicente. Le contestó que no estaba fría, sino caliente. O le tomaba por loco, o lo estaba ella. Y ella, doña racional, no podía estar loca. Así se lo hacía entender con su desafiante mirada. A punto de explotar de rabia por sus insinuaciones, se tapó la cara. Desde el otro lado de la mesa, su hija le preguntó que por qué hablaba de una sopa fría y de mamá. Estaban solos ella y él, ante unos platos de pasta bien caliente.

tapia


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