La adivina repetía el número, cuatro cifras, como una letanía. Salió a la calle, confuso. De pronto, vio el número en una administración de lotería. Compró todos los décimos. Cruzó la calle, distraído, y solo tuvo tiempo de mirar incrédulo y espantado la matrícula del camión.
Hank66
Jodío Hank, siempre tan certero y brillante. Supongo que no habrá ni que imaginar el número de la matrícula del camión, ni el de la ambulancia que le llevó al hospital, ni el de sepultura...ni la fecha del óbito, claro.
ResponderEliminarR.I.P. 1.1.11
Jajaja, gracias, Inopio. Humm, pues creo que la segunda parte del relato es mérito tuyo. Yo solamente había llegado hasta la matrícula del camión. ¡Gracias por la continuación! Un saludo.
ResponderEliminarLes recomiendo compra loteria online para ganar muchos premios
ResponderEliminargracias por la recomendación de comprar loterias online
ResponderEliminar