miércoles, 17 de noviembre de 2010

Incoherencias

Cuando el viejo pastor se jubiló, traspasó al hijo el cuidado del rebaño. Sin embargo, el joven aprendiz de cosmopolita abandonó los pastos por la ciudad. Allí acudió a la Universidad y fue un estudiante comprometido con la protección del medio natural, ecologista y ferviente defensor de los derechos de los animales. Mientras tanto sus ovejas desfallecían de hambre, y su anciano padre moría de pena pensando que su hijo rechazaba su legado porque odiaba el campo.

Saryle

4 comentarios:

  1. Saryle, muy real, pero tengo mis dudas, ¿cual es la incoherencia? a veces tropiezo con personas que realmente están sufriendo esto que tú relatas perfectamente, y yo me pregunto, si "el padre" lo que desea es que su hijo siga sus propios pasos, ¿para que mandarlo a la facultad? ese pensamiento que tienen algunos padres si es incoherente, se sacrifican dándole la oportunidad de prosperar a sus hijos y luego no sé porqué en vez de alegrarse les entra esa pena, en realidad es soledad

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  2. A eso me refiero, anamaría. Al padre, que por un lado quiere que su hijo prospere y estudie, por otro siente ese abandono y el miedo de que en realidad no vuelva nunca. Y el hijo, que al conocer el campo se hace un ecologista en la ciudad, pero está allí tan cómodo, tiene su vida, amigos, fiestas... que al final la naturaleza queda para las vacaciones, sin comprometerse realmente.

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  3. Hola, Sara.
    Siempre es un placer leerte, y lo hago, pero no tengo casi tiempo para comentar.
    Describes una situación muy real que demuestra las contradicciones que llevamos dentro. En cualquier caso, lo importante es que nuestro ecosistema se defienda desde el campo y desde la ciudad, cada cual donde mejor sepa hacerlo.
    Espero que estés mejor de tu gripe, porque mira que mantiene sus efectos la de este año.

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  4. Hola Rubia, a mi también me gusta leer tus relatos y me alegro que te guste leer los míos. Estoy en la segunda fase de la gripe, la de los antibióticos. La fiebre y la congestión se habían afianzado con fuerza. Espero comentarte pronto que ya estoy tan rozagante como siempre. Un beso.

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