miércoles, 17 de noviembre de 2010

NADA

Nada era su nombre.
Por razones desconocidas su madre decidió llamarle "Nada".
Desde luego no fue una premonición, fue bella y popular, tuvo suerte en el trabajo y en el amor, incluso le tocó un pellizquito a la lotería.
La gente llegó a creer que su nombre era un talismán contra la mediocridad.
Pero todas las vidas tienen patio interior, así que un otoño de su otoño, se miró las manos y pensó "Nada, ese es el resumen de mi vida" pese a ello, continuó sonriendo a todos, fingiendo plenitud.

desasosegada


2 comentarios:

  1. Me gusta mucho, desasosegada. El contraste que has querido transmitir. Hoy más que nunca, en estos días de cambios y de futuro incierto. No es oro todo lo que reluce. Y las apariencias nunca serán lo suficiente para valorar a una persona.

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  2. Gracias 21, todos somos un poco como "nada", fachada y luego cada cual lo suyo.

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