martes, 2 de noviembre de 2010

Walking

En la infancia fueron cromos y tazos, en la adolescencia vasos vacíos y condones usados. En el matrimonio dejó rosas y velas al principio, luego cartillas y cheques, más tarde un par de hijos y otro par de amantes. Antes de la jubilación dejó montones de papeles y dos bíceps gastados. Pero hoy, hoy no tiene nada que dejar en el camino y de pronto se ha asustado.

Blastocito


1 comentario:

  1. Un resumen vital muy bien planteado, a través de ese ir dejando cosas hasta llegar a un final existencial tan abierto que da miedo. Enhorabuena, Blastocito.

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