sábado, 6 de noviembre de 2010

...¿Y?

Te han cambiado el nombre. Supongo que andarás confundida, en plena crisis de identidad. No lo vivas como un ataque personal. Los señores eruditos han querido renovarte, no busques connotaciones negativas en esta innovación. Ya, lo sé. Han segado esa unión intima con tu otro yo, que también sufre una mutación en su ser, ya no será nunca más latina. Relájate y disfruta de tu cara yeyé, ya que has perdido tu perfil griego, querida.

Damadeltablero


3 comentarios:

  1. Ay, dama, en casi toda Latinoamérica, la "y" hace muchos años, que es yeye y casi exclusivamente por estas tierras mantenía su identidad griega como la i la latina (cosas de europeos), a cambio, cambian la "v" corta o baja de los latinoamericanos por "uve", un poquito más difícil de pronunciar.

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  2. Dama, expresas con originalidad la globalización. Hay culturas que sufren una fagotización por parte de otras. Soy un ferviente defensor de la individualidad y por tanto, de no agrupar colores sin el consentimiento de la naturaleza y de los implicados. Muy interesante.

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  3. A mí la verdad es que me da un poquito de pena. A este paso no veremos por nuestra ciudad nombres tan hermosos como la Plaza de Roma, o Clínica Londres o el Madrid de los Austrias. No pasa nada por arrastrar en nuestro ADN el virus de la historia. Me ha gustado este homenaje a una letra, que es como un hijo para nosotros que escribimos. Y me ha gustado ese final entre cachondo y juvenil de la chica yeyé, digo de la letra yeyé.

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