viernes, 10 de diciembre de 2010

Auslander

"¡Extranjero!". El grito, a sus espaldas, interrumpió la discusión, erizándole los pelos de la nuca. ¿Qué sería esta vez? ¿Pedido de papeles centrando la atención de los presentes? ¿Con o sin cacheo? ¿Paseo hasta el cuartelillo, motorizado o no, con espera de varias horas? O esta vez...
Bajó los ojos e inclinó la cabeza, resignado.
"¡Forasteiro!", insistió la voz, esta vez en idioma vernáculo.
"Tu diñeiro no, home", le dijo el tabernero. "Na Galiza os forasteiros som nosos convidados".

eglon82


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