El cristal deformado que tengo enfrente, ése que no hace mucho era un quimérico filtro de esperanzas, se convierte en terrible catalizador de pesadillas.
Estas cuatro paredes que ayer eran mi jaula dorada, se transmutan irremediablemente en mazmorra fría y decadente.
La realidad se transforma al ritmo que marca la danza caprichosa que trazan en el aire las esquirlas de la soledad.
Cronopio
Muy cierto Cronopio, no se podría describir mejor con tan pocas palabras.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tu comentario, Silencio. Me alegra que te haya gustado. Saludos de vuelta para ti.
ResponderEliminar