miércoles, 29 de diciembre de 2010

De romanos III

Hice llamar al lanista cerca de la medianoche para darle precisas instrucciones: media hora antes del espectáculo debía retirar al gemelo y traerlo aquí. También mi edecán recibió órdenes de llamarme cuando empezasen los juegos.
Ha sido un torbellino maravilloso: joven, viril y con el empuje del odio alimentado por creer que fui yo quien le privó de su amante.
Popea es una arpía inaguantable, pero qué duda cabe que tenemos los mismos gustos.

eglon82

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3 comentarios:

  1. La tercera de romanos, que duda cabe, tan buena como las anteriores. Un saludo, eglon.

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  2. Jeje, vaya usted a saber donde acabaría este relato por capitulos. Muy bueno.

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  3. Gracias, señoras, por el aliento. Gracias a Alsquare por inspirarnos y a Desasosegada por seguirlo. Creo que ha quedado gracioso. Al menos yo me divertí muchísimo.

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