sábado, 18 de diciembre de 2010

Desafío

Se le revolvían las entrañas cada vez que brindaban por su futuro, se intercambiaban sueños de felicidad, se abrazaban para espantar temores mutuos. A sus espaldas, la ignoraban y desafiaban. Faltaba por ver si se atreverían a mirarla directamente a los ojos cuando ella decidiese, con su guadaña, esquilmar sus vidas.

1 comentario:

  1. El poeta sostenía que cuando se miraban de frente sus vertiginosos ojos claros se decían bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
    Es curioso que la muerte sea un sustantivo, y un personaje, femenino en tantos idiomas.
    Y a lo que iba: inquietante mr. Muy logrado.

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