A veces, cuando la luna ante mis ojos, el cielo es un desierto y las estrellas distantes lloran. Es un paisaje remoto y extraño, pero la ausencia es la misma aunque cambie el fondo.
A veces no estás cuando la luna ante mis ojos, cuando me pierdo en ella por mirarla tanto. El tiempo se hace irreal y la dimensión otra, ajena a tu existencia.
A veces, cuando lo natural ante mis ojos, envuelta en la noche, la soledad ya no importa.
Saryle
Precioso poema, Sara. Y triste. Pero muy bello
ResponderEliminarGracias Papelylápiz. Lo escribí hace muchos años estando en otro país muy lejano, habiendo abandonado por ese largo viaje a mi pareja de entonces.
ResponderEliminarBellas palabras, Sara.
ResponderEliminarGracias, veintiuno. En realidad era un poema bastante más largo. Pero preferí "resumirlo" y compartirlo aquí, con vosotros.
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