jueves, 16 de diciembre de 2010

Más allá de la muerte física

Desde el momento que su corazón dejo de latir, la oscuridad fue su hábitat. No fue jamás consciente de cuanto tiempo transcurrió hasta la muerte completa. Para él, fueron años. Encerrado en su cuerpo, atrapado en un vacío hermético, completamente abandonado, incluso por él mismo.
La idea de no saberse muerto, anidó posibilidades en resucitar a través de recuerdos conectados a sentimientos verdaderos como energías que se transforman para no perecer.
Los médicos no dan más crédito que 24 horas.

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2 comentarios:

  1. Veintiuno, qué indefensión por una parte, y qué terrible atracción por otra ofrece la situación que presentas. Me ha gustado y me ha hecho pensar. Gracias.

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  2. @gabrielpalafox
    El cerebro humano es todavía un desconocido y me inquieta pensar en su postrera vida, aunque efímera, a la muerte del cuerpo. Existimos después de muertos a través de los recuerdos que otros tienen de nosotros. Una forma de prolongar la vida más allá de lo físico. Gracias a ti, Gabriel, por leerme.

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