martes, 21 de diciembre de 2010

Mecanismos

No era consciente de sus actos reflejos. El camino a casa, las cartas del buzón, el ascensor con olor a basura recién bajada. La puerta, un beso, su cena, un rato de tele y a dormir. Aquella noche se equivocó de piso, encontró la puerta entreabierta e inadvertidamente pasó. Su vecina también vivía en el automatismo. Lo besó y sin mirarlo le contaba nosequé del portero mientras echaba su ropa a lavar. Cuando en ropa interior le dijo que lo esperaba en la ducha recobró el acto y huyó despavorido.

Alsquare

6 comentarios:

  1. ¿No quiso probar el automatismo de la esponja en la espalda?... Bueno Alsquare

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  2. Yo le doy tras opciones: O era muy fiel a su mujer, o era muy fea la vecina, o era un poco tonto él...
    Bueno bueno Als

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  3. Muy bueno, me recuerda a los relatos de Javier Cercas.

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  4. ¡Qué bueno! Me ha encantado, Alsquare.

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  5. Bueno, bueno, bueno. Es lo que pasa con el piloto automático, inclusive en elos aviones. Un saludos

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  6. Estupendo mr. Alsquare. Eso es lo más parecido a "estar en Bavia". Me han venido a la cabeza similitudes tales como: "¿No te vistes?, ayer quedamos en... !Ah, y te dije que sí". O peores... Cuando hemos vuelto de un trayecto en coche y una vez en casa, te preguntas... ¿Cómo habré vuelto?, sin recordar nada del camino. Saludos.

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