viernes, 10 de diciembre de 2010

Pérdida dolorosa

Se paró en seco, tambaleándose. Atónita, reaccionó con una furiosa carrera hacia dentro, frenada por un fuerte brazo uniformado.
-¡Es mi casa, por favor, déjeme entrar. Está toda mi vida en llamas!.
-Imposible, señora, ya no se puede acceder. Tendrá usted que dar parte al seguro. ¿Por que tiene seguro, verdad?.
-Si, si tengo.
Se quedó derrumbada, noqueada en lo más profundo de su corazón, mirando con unos ojos enfermos, tanta belleza perdida. Sus libros, sus cartas, fotografías. La memoria viva.

21


3 comentarios:

  1. Fantástico, 21, simplemente fantástico. Yo miro a veces mis libros, mis recuerdos, la historia de mi vida que he almacenado en forma de simples papeles, fotografías, y pienso que están atados a mí, que apenas me sobrevivirán. Si no los devora el fuego mientra yo viva, los devorará el olvido cuando yo muera. Solamente serán, eso, papeles viejos sin sentido. Joder, este relato me ha emocionado. Gracias.

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  2. Leches, se me olvidaban las estrellas. ¡Marchando un excelente! Se lo merece.

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  3. Muchas gracias, Hank. Después de publicarlo, me arrepentí, ya que no le vi la fuerza que había querido transmitir. Surgió después de visualizar en mi despacho miles de libros a mis espaldas, cartas de toda una vida y discos duros repletos de fotos y momentos parados en la historia de una persona. Dicen, que la memoria está dentro de nosotros, pero es inevitable pensar que todo lo vivido alguna vez en el transcurso de los años será olvidado por esta máquina con fecha de caducidad que es nuestro cuerpo.

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